Los primeros pasos hacia un reporte TCFD obligatorio

Los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés) han anunciado que se ampliarán las secciones de su marco de reporte obligatorio para sus signatarios en 2020.  En concreto, se refiere a las nuevas secciones creadas para alinearse a las recomendaciones del Task Force on Climate- Related Disclosure ...

Helena Nathan-King

26 mar 2019 5 minutos de tiempo de lectura

Los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés) han anunciado que se ampliarán las secciones de su marco de reporte obligatorio para sus signatarios en 2020.  En concreto, se refiere a las nuevas secciones creadas para alinearse a las recomendaciones del Task Force on Climate- Related Disclosure (TCFD) sobre estrategia y gobernanza. Esto supone un gran paso para comenzar a hacer efectivas las pautas publicadas por el TCFD en 2017 pasando de meras recomendaciones a requisitos. Naturalmente esto afectará directamente a la red internacional de signatarios del PRI, pero también podría marcar el camino, haciendo extensivas estas recomendaciones a otros marcos de reporte generales.

¿Qué son los Principios de las Naciones Unidas para la Inversión Responsable?

Esta iniciativa fue lanzada inicialmente en 2006 por la Iniciativa Financiera del PNUMA y el Pacto Mundial de la ONU para desarrollar principios para una inversión global responsable. En esencia es una red internacional de inversores y organizaciones que respaldan la opinión de que los asuntos ambientales, sociales y de gobierno (ASG) pueden afectar el desempeño de las carteras de inversión y que por tanto son importantes para salvaguardar el sistema financiero global. El PRI (por sus siglas en inglés) proporciona un marco de reporting voluntario que todos los signatarios pueden usar para incorporar las cuestiones ASG en sus procesos de toma de decisión. Hoy en día, ya son más de 1.500 signatarios que representan alrededor de 62 billones de dólares.

EcoAct es también signatario de los PRI como parte de nuestro compromiso con la inversión responsable, en línea con los servicios que brindamos a las empresas a la hora de abordar la acción climática empresarial.

¿Qué es el TCFD?

En 2015, el Comité de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), organismo que realiza recomendaciones sobre el sistema financiero global, creó el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés) a solicitud de los líderes del G20. De esta manera, se reconocía el peligro tan importante que el cambio climático supone para la economía global. El grupo de trabajo publicó sus recomendaciones en 2017 con el objetivo de promover la calidad de los informes financieros en relación con los impactos potenciales del cambio climático para así mejorar la capacidad de los inversores de evaluar los riesgos y oportunidades relacionados con el clima. Estas recomendaciones son ampliamente adaptables, aplicables en diferentes sectores y que pueden ser incorporadas a los informes financieros anuales de las empresas. Las recomendaciones han sido creadas en base a cuatro áreas globales: Gobernanza, Estrategia, Gestión de riesgos, Métricas y Objetivos.

Desde su lanzamiento, esta iniciativa ha recibido el respaldo de más de 500 organizaciones y todas las principales iniciativas de reporting de sostenibilidad se están alineando con las recomendaciones del TCFD a un ritmo acelerado. Dicho esto, conviene recalcar que, actualmente, cumplir con las recomendaciones es totalmente voluntario.

¿Qué es lo que el PRI está marcando obligatorio?

En 2018, reconociendo la importancia de los riesgos climáticos y la urgencia de tomar medidas efectivas en cuanto a la acción climática, el PRI ya está usando algunos de los indicadores propios del TCFD. Son aquellos relacionados con la Gobernanza y la Estrategia que se convertirán en requisitos obligatorios para el próximo año. Queda confirmado que esto no afectará al reporting de este año, es decir, el marco en 2019 se mantendrá como en 2018. Se prevé que los cambios entren en vigor a partir de 2020. El PRI ha estipulado que será obligatorio reportar sobre los indicadores afectados, aunque su publicación será voluntaria. Si bien es cierto que el resto de los indicadores de TCFD seguirán siendo voluntarios, se apunta a que es altamente probable que éstos se conviertan en obligatorios “a medida que se van desarrollando las mejores prácticas”.

¿Qué deben hacer los signatarios del PRI ahora?

En 2018, el PRI declaró que más de 480 inversores ya optaron por completar estos indicadores específicos, aunque eso también significa que hay muchos otros que se deben ir preparando. Recomendamos realizar un análisis de brecha sobre TCFD para comprender qué se espera de la empresa, cómo de preparada se encuentra su organización en relación con la información actual y cuál es el posicionamiento del negocio en cuanto a estrategia y gobierno en relación con el cambio climático. Con este ejercicio se puede llegar a la conclusión de que se deban establecer nuevos procesos e iniciativas, no sólo para satisfacer la demanda de información, sino también para ayudar a la organización a afianzarse a prueba de futuro y, a su vez, contribuir a la estabilidad futura del sistema financiero mundial frente al cambio climático.

Repercusiones generales

El PRI ya ha insinuado que los requisitos obligatorios pueden extenderse aún más en relación con el resto de las áreas de enfoque de TCFD (es decir, aquellas que cubren la Gestión de Riesgos y Métricas y Objetivos). Más allá del PRI, los inversores buscan más seguridad y certeza de las empresas en las que invierten, por lo que es probable que ello lleve consigo implicaciones de mayor alcance para algunas empresas más allá del sector financiero.

Ya se palpa que las recomendaciones del TCFD se están convirtiendo en requisitos de obligado cumplimiento, como demuestra tanto este movimiento promovido por el PRI, como por los esfuerzos de alineación realizados por otros conocidos marcos de reporting. Como mínimo, parece que las recomendaciones de TCFD se han incorporado rápidamente en los informes de sostenibilidad y con toda certeza han llegado para quedarse.

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