La SBTi acaba de lanzar la primera guía FLAG, un primer estándar mundial para que las empresas de los sectores con un uso intensivo de la tierra establezcan Objetivos Basados en la Ciencia de reducción de emisiones e incluyan la captura y almacenamiento de carbono de aquellas actividades vinculadas al uso de la tierra.
En los últimos años, muchas empresas con operaciones de uso intensivo de la tierra han informado públicamente sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y se han comprometido, o han fijado, objetivos a través de la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés). Sin embargo, son pocas las que tienen en cuenta las emisiones o absorciones resultantes del uso de la tierra en sus objetivos o en sus declaraciones. Hasta ahora, esto se debía a la falta de directrices claras y de una metodología sólida para las empresas en relación con la gestión de este tipo de emisiones. A fin de ofrecer una respuesta a esta creciente demanda, la iniciativa SBT ha publicado recientemente la Guía FLAG (Forest, Land and Agriculture Guidance).
Este marco de acción común permitirá a las empresas con actividad FLAG establecerse objetivos de descarbonización alineados con el máximo nivel de ambición climática (1,5 °C) y reducir las emisiones de GEI procedentes de la agricultura, la silvicultura y otros usos del suelo, que representan el 22% de las emisiones globales.
A continuación, Sofía Montoro, consultora en EcoAct Ibérica, da respuesta a las preguntas más frecuentes que están surgiendo entre nuestros clientes:
Las emisiones FLAG son aquellas relacionadas con la silvicultura, la agricultura y otros usos de la tierra. Entre estas emisiones se pueden distinguir dos tipos: las emisiones originadas por cambios en el uso del suelo y las emisiones derivadas de la gestión de la tierra.
En primer lugar, las emisiones por cambios en el uso del suelo serían, por ejemplo, aquellas emisiones que se producen por la transformación de un bosque natural en un terreno de cultivo.
Por otro lado, las emisiones originadas por la gestión de la tierra son de carácter más diverso. Por ejemplo, las emisiones biogénicas generadas por la quema de biomasa, aplicación de fertilizantes o las emitidas por los animales (en digestión o excreción). De la misma forma, este tipo de emisiones también pueden ser antropogénicas, como es el caso de la maquinaria usada para trabajar la tierra.
Las empresas que deberán obligatoriamente establecerse objetivos FLAG son:
Asimismo, deberán establecerse objetivos FLAG las empresas que, aunque pertenezcan a otros sectores, la suma de todas sus emisiones FLAG (Alcances 1, 2 y 3) sea igual o superior al 20%. Por tanto, los objetivos FLAG también serán aplicables a aquellas empresas que cuenten con operaciones o productos ligados a la tierra en su cadena de valor. Algunos ejemplos de sectores con mayor probabilidad de tener que establecer SBT FLAG son: el sector textil y cosmético, la hostelería y turismo o el sector de la construcción, entre otros.
Para poder establecerse objetivos específicos FLAG, las empresas afectadas deberán reorganizar su inventario de GEI y categorizar las emisiones según si son FLAG o no FLAG. Este tipo de emisiones pueden ser tanto directas como indirectas, por lo que la metodología de cálculo será diferente:
Por un lado, la contabilización de emisiones directas FLAG sigue unas pautas de cálculo complejas. Esto se debe a los diferentes enfoques o metodologías de precisión que se seleccionarán en función de la disponibilidad de datos, en línea con las directrices de la nueva guía del GHG Protocol.
Por otro lado, la contabilización de emisiones indirectas FLAG supone la selección de factores de emisión específicos asociados a las actividades relacionadas con la tierra. Esto constituye un gran reto, debido a la actual falta de disponibilidad de bases de datos de factores de emisión que presenten un desglose tan detallado de emisiones FLAG y no FLAG.
Es importante comentar que, al igual que ocurre con las emisiones convencionales, se debe priorizar la mejora continua en la calidad de los datos. Si contamos con buenos datos de partida, se reduce la incertidumbre de la estimación, obteniendo así un mejor desglose de las emisiones y, por ende, una mejor identificación de los focos de emisión. Por tanto, una buena base de cálculo de las emisiones permitirá perfeccionar el seguimiento de las reducciones y el diseño de una estrategia de reducción sólida.
Las empresas que deben establecerse un SBT podrán informar sobre las absorciones derivadas de sus actividades en los terrenos productivos y reconocerlas como reducciones a sus emisiones.
No obstante, para el cálculo y reporte de las absorciones es necesario atenerse a una serie de requisitos que expone el GHG Protocol:
Asimismo, la SBTi no admite como reducción todo tipo de absorciones. Actualmente, la iniciativa solo ha aprobado incluir en los objetivos FLAG las absorciones biogénicas asociadas a:
Las absorciones de carácter tecnológico, así como otras absorciones biogénicas (por ejemplo, el almacenamiento de carbono en productos) de momento quedan fuera del alcance de los objetivos. No obstante, su inclusión queda sujeta a revisión conforme las metodologías de cálculo evolucionen y adquieran madurez.
Para más información sobre cómo calcular emisiones FLAG y establecer un SBT FLAG, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Puedes descargarte también nuestra guía SBT con los cinco pasos clave para establecer (y cumplir) un Objetivo Basado en la Ciencia.
En este documento informativo encontrarás una guía útil de 5 pasos para establecer estos objetivos a través de la alineación de tu estrategia con la ciencia climática más reciente: