La quinta edición del informe sobre el Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión resume la evolución actual del Mercado Europeo del Carbono.
El pasado mes de abril se publicó la última edición del informe sobre el estado del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (en inglés, “State of the EU ETS”). Elaborado en colaboración con la “ERCST”, (por sus siglas en inglés, European Round on Climate and Sustainable Transition), BloombergNEF, el “Wegener Center”, el centro de Investigación de la Universidad de Graz (Austria) y EcoAct, este informe anual tiene por objeto aportar una contribución independiente al debate político sobre el rol y la eficacia del Mercado Europeo de del Carbono.
En 2018 se aprobó la revisión de la Fase 4 (2021-2030) del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE con el fin de ayudar a la UE a alcanzar sus objetivos en el marco del Acuerdo de París. En el transcurso de 2019, el RCDE UE continuó su misión al enviar una señal sobre los precios requeridos para estimular una descarbonización económicamente rentable.
Sin embargo, el esquema no es ajeno al contexto cambiante en el que vivimos. En 2019, la UE se comprometió a alcanzar las cero emisiones netas en 2050, sentando así las bases para un ambicioso Acuerdo Verde Europeo (Eurpean Green Deal), mientras que en 2020 hemos visto como la economía mundial se ha visto seriamente afectada por la pandemia de COVID-19. En última instancia, estos factores tendrán una influencia significativa en el futuro del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE, pero en este blog ofrecemos un resumen sobre estado actual del régimen, así como los logros de este sistema a la hora de impulsar la descarbonización del bloque europeo.
Mensajes clave del informe de 2020: ¿está el RCDE UE cumpliendo con su propósito?
El informe prevé tres tipos de prestaciones de este régimen comunitario, que utiliza para evaluar e informar sobre su desempeño.
1. La eficiencia medioambiental del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE
- El RCDE UE ha alcanzado su objetivo de 20% de reducción de emisiones a 2020.
- Las emisiones de CO2 disminuyeron un 8,9% en 2019. En concreto, el sector energético redujo las emisiones un 13,9%, en comparación con el 1,3% de reducción de las emisiones del sector industrial.
- En 2019 las emisiones de CO2 decrecieron casi cuatro veces más rápido de lo que exige el Régimen para cumplir con el límite de derechos de emisión establecido, comparado con el doble alcanzado en 2018. Destacamos que la reducción de emisiones en 2019 ha sido la más significativa desde 2009.
- Esta reducción puede atribuirse a la sustitución de combustibles de carbón por gas natural en el sector energético, principalmente a raíz de un precio de carbono más alto unido a mínimos históricos en el precio del gas; un crecimiento continuado del porcentaje de energía renovable en la red; y una subida generalizada de las temperaturas, que provocaron un descenso en la demanda de energía para calefacción.
- Además de la reducción absoluta de emisiones, la intensidad de carbono es a su vez una medida importante para demostrar que las actividades no están simplemente reduciéndose, si no que se están volviendo más eficientes a nivel de emisiones. Aunque existen limitaciones en los datos disponibles, podemos decir que sectores como el del vidrio, el del metal, el refinado, el papel y la pasta de papel están disminuyendo la intensidad de carbono, mientras que otros sectores en la tercera fase se mantuvieron bastante estables.
- Las cifras oficiales de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) muestran que, a finales de 2018, las emisiones derivadas de las instalaciones fijas ya han disminuido en un 29% en comparación con 2005. Aún no se dispone de datos oficiales de la AEMA para 2019.
- Existe una gran incertidumbre sobre las emisiones futuras debido a la situación del COVID-19. Se estima que las emisiones del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE podrían reducirse hasta un 20% en 2020, subiendo de nuevo hasta el 95% en 2021.
- Más allá del 2020, el objetivo del RCDE UE, establecido en una reducción del 43% respecto a los niveles de 2005, no serían suficientes para que la UE consiga su objetivo global de cero emisiones netas para 2050. Durante este año se examinarán varios escenarios de revisión.
2. La rentabilidad económica del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE
El principal objetivo del RCDE UE es el de “promover la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de una manera rentable y económicamente eficiente”.
- En 2018 el precio por tonelada de CO2 del RCDE UE oscilaba entre los 18 y 29 euros, niveles no contemplados durante casi una década. Después de esto, las emisiones de CO2 del RCDE UE cayeron bruscamente en un 8,9% en 2019, un descenso no experimentado desde el año 2009 (año en que las economías se tambaleaban por la crisis financiera de 2008).
- Gran parte de la reducción de las emisiones en 2019 puede atribuirse al cambio de combustible, para el cual el precio del carbono europeo (EUA por sus siglas en inglés) unido a un precio muy bajo del gas desempeñaron un papel significativo. Si bien el RCDE UE ha contribuido al despliegue de las fuentes de energía renovables, no es el único responsable de este crecimiento. Sin embargo, con el aumento de los precios del EUA de los últimos años, y la tendencia a la baja de los precios de las energías renovables, el RCDE UE se está convirtiendo en un elemento cada vez más importante.
- Por tercer año consecutivo, dentro del marco del informe se realizó una encuesta sobre el “Sentimiento del Mercado”. Los resultados de la misma indicaron una mayor confianza en la estabilidad y previsibilidad del RCDE UE como señal de inversión. Sin embargo, el 64% de los encuestados cree que los actuales precios establecidos no son compatibles con el objetivo de Cero Neto para 2050.
- En cuanto a la protección frente al riesgo de fuga de carbono (es decir, cuando determinados sectores industriales se ven abocados a transferir la producción a otros países con restricciones de emisión menos severas), 2019 fue el tercer año consecutivo en el cual todos los sectores industriales experimentaron costes directos. Los permisos gratuitos cubrieron el 98,8% de las emisiones en 2017, el 96,8% en 2018 y el 97,5% en 2019. Por lo tanto, hasta hace poco estaban suficientemente protegidos frente a los costes, pero a medida que éstos aumenten, el panorama comenzará a cambiar, lo cual podría traducirse en un aumento de este riesgo.
- Los ingresos totales de las subastas ascendieron a 14.600 millones de euros en 2019, frente a los 14.200 millones de euros en 2018. Los Estados miembros declararon que han gastado el 80% de los ingresos de las subastas para fines relacionados con el clima y la energía en el período 2013-2018. Este es otro mecanismo del sistema que ayuda a facilitar la transición hacia una economía baja en carbono.
3. Funcionamiento del mercado europeo del carbono en 2019
- El informe contempla ocho indicadores de desempeño para evaluar si el régimen está funcionando de manera óptima. El desempeño en la mayoría de los indicadores empeoró en 2019, pero esto no es motivo de preocupación. El año 2018 fue excepcionalmente activo ya que nuevos actores financieros entraron en el mercado y aceleraron la actividad.
- El volumen total de las transacciones sigue siendo bastante alto a pesar de un descenso en la actividad por parte de las empresas de servicios públicos debido al cambio de combustible. La prueba real vendrá el año que viene, post COVID-19.
- La volatilidad de los precios del CO2 ha disminuido, pero esta sigue siendo alta en comparación con otras materias primas. La caída se considera positiva ya que apunta a un mercado más estable.
- El interés abierto ha caído en 2019, pero esto sigue sin ser un motivo de alarma frente a un 2018 excepcional, sugiriendo que el régimen está funcionando a nivel medioambiental. Por ello es importante que el mercado se mantenga activo.
- Los volúmenes de transacciones de permisos de CO2 han aumentado un 6% a pesar de la reducción de las emisiones.
- Será necesario acordar un nuevo objetivo principal para 2030 para alinear el RCDE EU con el compromiso Cero Neto de la UE. El Factor de Reducción Lineal (LRF) tendrá que cambiar, pero se tendrá que considerar con cautela cómo o cuándo.
- Respecto al EGD, se está explorando la posibilidad de ampliar el régimen a nuevos sectores, como el transporte de mercancías marítimo, el transporte por carretera y los edificios.
Apectos políticos a considerar en 2020
Lo que ocurra en el transcurso de este año podría tener un profundo impacto en el futuro del RCDE UE. No hay que olvidar que el régimen se sitúa dentro de un contexto político y socioeconómico complejo y cambiante.
Las implicaciones del Acuerdo Verde Europeo y el objetivo de Cero Neto, así como la propuesta de un impuesto fronterizo sobre el carbono, son algunos de los desafíos que se estudiarán en 2020.
Es probable que la situación derivada del COVID-19 lleve a Europa a una profunda recesión. El principal desafío para la Comisión Europea será demostrar la capacidad del mercado de la UE para sortear la tormenta y gestionar sus objetivos climáticos con el fin de lograr una “recuperación verde”.
Además, aún no se ha fijado un plan para dar continuidad al RCDE UE o un plan equivalente en el Reino Unido (uno de los mayores emisores y compradores de los EUA) después de Brexit. El plan tampoco se ha armonizado aún con los compromisos del sector de la aviación dentro del marco de CORSIA, y la Reserva de Estabilidad del Mercado deberá poder adaptarse a este contexto cambiante a fin de garantizar la eficiencia y la funcionalidad del plan en el futuro.
Como avance en la materia en España,
el Consejo de Ministros dio luz verde para la remisión a las Cortes del
anteproyecto de Ley que regula el régimen del comercio de derechos de emisión
de gases de efecto invernadero (GEI). El fin del
mismo es introducir las novedades de esta última revisión, que refleja las
instrucciones y los compromisos de la UE, reforzando de forma eficaz el sistema
en relación con los costes y facilitando las inversiones en tecnologías
hipocarbónicas, así como la decisión (UE) 2015/2814.
El progreso hasta la fecha es muy prometedor, pero ¡todavía queda mucho trabajo por hacer!
Descarga el informe completo aquí (versión en inglés)