Tras debates de última hora, las negociaciones se vieron alargadas en Katowice, (Polonia) dando por concluida la COP24 el pasado fin de semana. Ya suman tres años desde la firma del Acuerdo de París el cual supuso un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático dando esperanzas para pasar a la acción. Las expectativas de esta cumbre eran la de convertirse en conferencia fundamental para profundizar en el desarrollo de los mecanismos de aplicación del Acuerdo de París que quedarían plasmado en el Rulebook. Sin embargo, para la opinión pública, especialmente ONGs y medios de comunicación, la COP 24 ha sido una decepción, pues el antes mencionado Rulebook ha quedado incompleto y ha habido falta consenso sobre las conclusiones del informe del IPCC, con cuatro países no reconociendo su importancia y urgencia.
Pero, empecemos por lo positivo. La COP 24 ha registrado avances en tres áreas importantes:
Existen, por supuesto, áreas en las que se esperaba un mayor progreso del obtenido en esta COP. Hacemos un resumen:
Con esto en mente, no nos atreveríamos a admitir abiertamente que la COP 24 ha cumplido con el objetivo de desarrollar el Rulebook del Acuerdo de París. Si bien es verdad que se han desarrollado puntos específicos del Acuerdo de París, no se ha conseguido un reglamento completo y operativo.
Aunque la idea de un liderazgo político global en acción climática sea algo utópica en el actual contexto político internacional, ésta es esencial, y su ausencia se ha hecho evidente en la Cumbre del Clima de este año.
Las COPs son mucho más que reuniones entre países, partes y bloques. Con todo lo expuesto, queda patente la importancia de que empresas, comunidades y ciudadanos se responsabilicen de que se materialice un cambio efectivo a corto y largo plazo. No podemos esperar a que los estados se pronuncien y asuman el liderazgo – debemos actuar de manera colectiva ahora.
Nuestra cuenta atrás para la neutralidad ha sido diseñada como un enfoque práctico con el cual proporcionar claridad en una situación de urgencia, incertidumbre y complejas expectativas.
A través de nuestra guía hacia la neutralidad en carbono demostraremos cómo, en lugar de percibirse como una carga, se puede trabajar para integrar la neutralidad en los objetivos generales de la organización y prepararla para el futuro.