Con el cambio climático, la importancia de la compensación voluntaria de carbono se vuelve cada vez más evidente. Esta práctica es clave para impulsar la acción climática corporativa a nivel mundial, así como para proteger los recursos naturales de los que dependemos. Si bien la compensación de carbono es útil, debe considerarse una medida complementaria a los principios fundamentales de la acción climática y la jerarquía de mitigación: medir, reducir y compensar. Esto implica reducir drásticamente las emisiones en su origen para alinearse con objetivos basados en la ciencia.
Ante los desafíos constantes en la financiación climática, que se reflejan en el reciente estancamiento de las negociaciones del Artículo 6 durante la COP28 y la consecuente presión sobre los flujos de fondos para el clima, el papel de la compensación de carbono se consolida como un componente esencial en la estrategia para alcanzar el cero neto.
Para las empresas que ya están avanzando en la reducción de su impacto ambiental, incorporar estrategias de compensación de carbono siguiendo las directrices de la Iniciativa de Objetivos Basados en Ciencia (SBTi) es fundamental para sus planes climáticos y de transición. Este enfoque no solo ayuda a neutralizar al menos el 10% de sus emisiones residuales después de alcanzar sus objetivos a largo plazo y reducir las emisiones en más del 90%, sino que también abarca emisiones más allá de sus propias cadenas de valor, un concepto conocido por la SBTi como «Mitigación Más Allá de la Cadena de Valor» (BVCM por sus siglas en inglés). Pasar de ver la compensación de carbono como algo complementario a integrarla como parte clave de los planes es fundamental para reforzar su papel en la búsqueda colectiva del cero neto. Este objetivo implica equilibrar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con su eliminación a gran escala.
Integrar la compensación de carbono en el marco estratégico de una empresa desde el principio es fundamental. Este enfoque no solo refuerza las estrategias climáticas y mejora la resiliencia de la empresa, sino que también contribuye a alinear sus compromisos con el medio ambiente, la sociedad y el gobierno corporativo (ESG). Emprender este camino con antelación permite a las empresas distribuir costes y gestionar presupuestos de manera más eficaz, proporcionando estabilidad financiera mientras avanzan hacia sus objetivos climáticos.
Adoptar una estrategia con visión de futuro puede dar a las empresas acceso a créditos de carbono de alta calidad que no solo generan un impacto positivo en el clima, sino que también respaldan objetivos más amplios de naturaleza y sostenibilidad. Estos incluyen fomentar el desarrollo comunitario, restaurar ecosistemas y proteger la biodiversidad: elementos fundamentales para la salud de los ecosistemas de nuestro planeta.
Al desarrollar una estrategia de compensación de carbono, las empresas deben tener en cuenta el tiempo necesario para crear proyectos de alta calidad, especialmente aquellos centrados en soluciones basadas en la naturaleza, como reforestación, forestación y conservación. Estos proyectos suelen tener tiempos de espera significativos desde su concepción hasta la emisión de créditos de carbono. Este retraso se debe a varios factores, incluido el tipo de proyecto y el exhaustivo proceso de verificación para garantizar su impacto. Por ejemplo, la inversión en nuevos proyectos de Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS por sus siglas en inglés) puede requerir entre 5 y 10 años antes de que se emitan créditos, y, aun así, las cantidades pueden ser pequeñas. Este periodo de tiempo y la posible disponibilidad limitada de créditos de carbono de alta calidad subrayan la importancia de que las empresas integren estrategias de compensación desde el comienzo de su plande acción climática. Al invertir en créditos de carbono al inicio, ya sea mediante compras minoristas, inversión financiera o desarrollo directo de proyectos, las empresas no solo satisfacen sus necesidades de compensación, sino que también contribuyen a desarrollar la experiencia y la capacidad necesarias para crear nuevos proyectos. Esta participación temprana incrementa la oferta de proyectos disponibles y, en consecuencia, mejora el suministro de créditos de alta calidad en el Mercado Voluntario de Carbono (VCM por sus siglas en inglés).
Más allá de los plazos necesarios para desarrollar proyectos, empezar a compensar emisiones lo antes posible puede ofrecer ventajas estratégicas significativas, especialmente debido a las actuales dinámicas del Mercado Voluntario de Carbono (VCM). Los precios están aumentando (por ejemplo, el precio premium para los créditos con calificación A ha subido alrededor del 200%), mientras que la oferta de proyectos de alta calidad no puede satisfacer la creciente demanda. Esto crea desafíos para las empresas que buscan proyectos que se alineen con sus objetivos climáticos y de sostenibilidad.
Las ventajas de participar desde el principio en la compensación de carbono van mucho más allá de las fluctuaciones del mercado. Permite a las empresas incluir la compensación como parte integral de su estrategia de precios internos del carbono. Aunque sigue habiendo debates sobre el posible mal uso de las prácticas de compensación, análisis recientes de Ecosystem Marketplace muestran algo diferente: las empresas que integran la compensación de carbono en sus estrategias climáticas no solo cumplen con sus compromisos, sino que también obtienen una ventaja competitiva tangible.
Esta integración estratégica acelera el proceso de descarbonización, posiblemente duplicando la velocidad, al internalizar los costes del carbono. Esto fomenta esfuerzos más ambiciosos para reducir las emisiones en todas las áreas de las operaciones y las cadenas de suministro, resaltando los beneficios multidimensionales de una participación proactiva en la compensación de carbono.
El primer paso para abordar el cambio climático es medir con precisión las emisiones de su cadena de valor. Para lograrlo, debe utilizar factores de emisión relevantes y seguir el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol por sus siglas en inglés) u otras metodologías comparables. Esto le permitirá identificar las principales fuentes de emisiones y, al compartir la información públicamente, ofrecerá transparencia a consumidores e inversionistas.
A partir de ahí, la mejor práctica es fijar un objetivo de cero emisiones netas basado en la ciencia. Esto significa reducir las emisiones como máximo para 2050 y, desde que se alcance el cero neto, neutralizar las emisiones residuales mediante la eliminación y almacenamiento permanentes de carbono. Este enfoque está alineado con el objetivo global de limitar el calentamiento del planeta a 1,5°C. En EcoAct somos expertos en ayudar a las organizaciones a establecer sus objetivos. Hemos ayudado a más de 100 empresas a obtener la validación de la iniciativa de Objetivos Basados en Ciencia (SBTi) trabajando con una amplia gama de sectores para que las compañías cumplan con los criterios requeridos por esta organización, y brindando la documentación necesaria para su presentación.
El Mercado Voluntario de Carbono (VCM) tiene un crecimiento prometedor, con expectativas de aumentar su valor de $2 mil millones a casi $100 mil millones para 2030, y hasta $250 mil millones para 2050. Entender las dinámicas del mercado en el mercado puede darle a su organización información valiosa, permitiéndole tomar decisiones informadas y cumplir eficazmente sus compromisos de compensación.
La planificación estratégica es cada vez más importante, no solo para adaptarse a las fluctuaciones de precios, sino también para alinearse con las estrategias emergentes de cero emisiones netas. Las organizaciones que participan proactivamente en el mercado, invirtiendo en etapas tempranas en proyectos de compensación o asegurando créditos de carbono antes de que crezca la demanda, están mejor posicionadas para alinear sus proyectos con sus prioridades y valores corporativos. En cambio, las que dependen de la disponibilidad del mercado pueden enfrentar limitaciones de disponibilidad y precios más altos debido a la demanda inmediata.
Mejorar las habilidades en áreas clave de su organización, especialmente en los equipos de compras, finanzas y ejecutivos de alto nivel, puede ayudar a sacar el máximo provecho al Mercado Voluntario de Carbono (VCM). Este conocimiento integral entre departamentos mejora la toma de decisiones y prepara a la empresa para adaptarse a cambios regulatorios y de mercado, facilitando una gestión de riesgos y una planificación estratégica más sólidas. Dado que el entorno regulatorio del mercado voluntario está en constante evolución por desarrollos nacionales e internacionales, tener un equipo bien informado es crucial para afrontar las complejidades y aprovechar las oportunidades.
Para adaptarse a estas regulaciones en constante cambio, es esencial tener en cuenta avances como la Directiva de Declaraciones Verdes de la UE (Green Claims Initiative en inglés). Una vez implementada, esta directiva establecerá estándares claros para las empresas que hagan declaraciones medioambientales, incluidas las relacionadas con la compensación de carbono. En conjunto con la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD por sus siglas en inglés), estas medidas proporcionarán un nivel sin precedentes de transparencia y responsabilidad, reforzando la confianza de las partes interesadas en las declaraciones medioambientales.
Respaldadas por las directrices de la Iniciativa de Objetivos Basados en Ciencia (SBTi), los Principios de Oxford para la Compensación de Carbono Alineada con Cero Neto, la Iniciativa para la Integridad de los Mercados Voluntarios de Carbono (VCMI) y la Asociación Internacional de Comercio de Emisiones (IETA), estas nuevas regulaciones tienen un objetivo claro: garantizar que las inversiones en créditos de carbono y proyectos de compensación sean transparentes, verificables y tengan un impacto real. Al seguir estas directrices, su empresa no solo se adhiere a las mejores prácticas, sino que también se distingue como líder en acción climática, demostrando previsión estratégica y agilidad operativa. Esto le permitirá entender mejor su impacto ambiental, mejorar la gestión de riesgos, incrementar la resiliencia de la cadena de suministro e impulsar la innovación.
El siguiente paso que considerar al desarrollar su estrategia de compensación de emisiones es modelar su nivel de ambición y estimar cuántos créditos de carbono necesitará en el futuro. Aunque es posible que exista cierto grado de incertidumbre, como el aumento de emisiones debido al crecimiento inorgánico, tener una idea general de la cantidad de créditos que su organización probablemente requerirá a lo largo del tiempo le permitirá trazar el camino hacia la neutralidad de carbono y prever los gastos asociados en sus estados financieros.
El primer paso en este proceso es decidir qué alcances de emisiones abordará a lo largo del camino. El Estándar Corporativo de Cero Neto de la Iniciativa de Objetivos Basados en Ciencia (SBTi) exige que se eliminen las emisiones residuales para lograr cero emisiones netas. Además, las directrices de SBTi para la Mitigación Más Allá de la Cadena de Valor (BVCM) recomiendan el uso inmediato de créditos de carbono de alta calidad fuera de la cadena de valor de la empresa. Este enfoque dual es esencial para contribuir a los esfuerzos globales para alcanzar cero emisiones netas y lograr objetivos ambientales, económicos y sociales más amplios. Según la ambición y las metas de su organización, las necesidades de compensación de emisiones variarán.
Es importante mencionar que la iniciativa de Objetivos Basados en Ciencia (SBTi) ha anunciado una revisión de su Estándar Corporativo de Cero Neto para 2024, centrada en mejorar las directrices sobre las emisiones de Alcance 3. Esta revisión, que sigue un proceso de consulta, incluirá nuevos marcos para abordar el cambio climático, considerando el uso de certificados de atributos ambientales y créditos de carbono verificados especialmente para la reducción de emisiones del Alcance 3. Se espera que esta revisión, con resultados previstos para julio de 2024, aporte mayor claridad sobre estas cuestiones.
Antes de comprar créditos de carbono o firmar contratos a futuro, las organizaciones deben pensar estratégicamente en cómo elegir los proyectos que apoyarán. Esto implica considerar varios factores clave, como las ubicaciones geográficas dentro de la cadena de valor, los tipos de proyectos (como energía renovable, reforestación o proyectos comunitarios), enfoques internos que prioricen ciertos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y la coherencia con políticas existentes, incluidas las mejores prácticas de la industria.
A medida que las organizaciones son cada vez más examinadas por sus iniciativas climáticas y las regulaciones evolucionan para garantizar la transparencia y la integridad en los informes y declaraciones ambientales, es fundamental que presente con precisión el impacto de su programa de compensación de carbono.
Si describe estas actividades de manera incorrecta o las coloca en el orden equivocado dentro de la jerarquía de «medir, reducir, compensar», esto podría ser contraproducente. En su lugar, enfoque sus esfuerzos en comunicar de manera eficaz el progreso de su programa y su liderazgo desde el principio y a lo largo del tiempo.
Alinear sus informes y comunicaciones con metodologías y marcos establecidos, como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero o la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), no solo es una buena práctica, sino que también le ayuda a cumplir con los requisitos normativos en muchos casos.
Es fundamental mantener la transparencia sobre los resultados medibles de sus contribuciones, destacando sus logros sin compararlos con los de otros. También es importante presentar correctamente los impactos en el desarrollo sostenible sin exagerar. Estos son pasos clave para avanzar. Recuerde, demostrar un impacto real con acciones es más significativo que hacer promesas.
Los equipos de consultoría, de soluciones basadas en la naturaleza y marketing interno de EcoAct tienen amplia experiencia en guiar a las organizaciones en la identificación y el apoyo de proyectos de compensación de carbono de alta calidad, así como en el desarrollo de sus propios proyectos según sus valores y prioridades. También pueden ayudarle a comunicar sus programas de compensación con integridad y a simplificar las complejidades de los cambios que puedan surgir.
Nuestros expertos son líderes en políticas climáticas y pueden asistirle a lo largo de todo su programa de compensación de carbono, desde la planificación estratégica hasta el desarrollo de proyectos.
Nos enorgullece presentar las últimas tendencias del reporting de sostenibilidad y la tabla de empresas líderes del 2020 en esta quinta edición de nuestro estudio en España.
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Destacamos las empresas líderes del FTSE 100, CAC 40, IBEX 35 y DOW 30, que han adoptado las mejores prácticas en el reporting corporativo relacionado con el clima.
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