COP24: Escribiendo el Rulebook de Acción Climática

La vigesimocuarta conferencia anual de la CMNUCC comienza el lunes. Es el turno de Polonia para acoger la que será la reunión más importante hasta ahora para los 192 Estados implicados en el Acuerdo de París. El destino de nuestro clima estará en la mesa de debate la próxima semana, de donde se espera claridad, ...

Lucy Haines

30 nov 2018 4 minutos de tiempo de lectura

La vigesimocuarta conferencia anual de la CMNUCC comienza el lunes. Es el turno de Polonia para acoger la que será la reunión más importante hasta ahora para los 192 Estados implicados en el Acuerdo de París. El destino de nuestro clima estará en la mesa de debate la próxima semana, de donde se espera claridad, consenso y un resultado lo suficientemente ambicioso para poder evitar parte los desastres naturales que vaticinados por los expertos. De hecho, si precisamente en el año en el que se ha publicado el último informe del IPCC sobre los 1,5°C y en el que hemos sufrido eventos climáticos extremos los resultados no son lo esperado, la capacidad de cooperación como comunidad mundial para abordar el cambio climático estará en tela de juicio.

Hay mucho en juego y, desde nuestra perspectiva, las partes se enfrentan a dos tareas principales: elaborar el reglamento del Acuerdo de París y seguir desarrollando un diálogo facilitador, denominado Diálogo de Talanoa. Desglosamos estas dos tareas y resumimos los resultados que, de alguna manera, estamos anticipando:

Redacción del Reglamento – El «Rulebook»

2020, es el año en el que está programado que entre en vigor el Acuerdo de París. El objetivo de este rulebook es definir un conjunto de normas suficientemente detalladas para su aplicación en algo más de un año. Para cumplir con las ambiciones del acuerdo, será necesario establecer normas que aporten claridad y garanticen que la acción climática esté integrada en la economía real y en la gobernanza nacional.

Se espera que se tomen muchas decisiones en la COP24. Hasta ahora, el Acuerdo de París sólo establece principios y objetivos generales en cada uno de sus capítulos. Todavía falta concretar el qué, cuándo y cómo. Esto es, en última instancia, lo que esperamos conseguir la semana que viene.

Para ello, las partes también tendrán que tener en cuenta lo siguiente:

  1. Armonizar el contenido y los plazos de las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) de cada Estado signatario en función de las fuentes de emisión específicas, por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes del sector “Usos de la Tierra, Cambios del Uso de la Tierra y Selvicultura (UTCUTS).
  2. Organizar el inventario mundial quinquenal de las emisiones de gases de efecto invernadero para supervisar los esfuerzos de reducción.
  3. Establecer el marco de transparencia.
  4. Estructurar mecanismos de cooperación internacional para la movilización de los 100.000 millones de dólares asignados, la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades entre países desarrollados y en vías de desarrollo.

Esto conllevará mucho trabajo, y sin duda una negociación de gran envergadura, entre los Estados intervinientes. Parece, poco probable que todos los elementos se decidan y se desarrollen en su totalidad en la COP24.  Esperamos que los términos continúen desarrollándose en el transcurso del programa de trabajo de 2019. Sin embargo, estos puntos técnicos deben decidirse y plasmarse en un reglamento – Rulebook – antes de finales del próximo año para que el Acuerdo de París sea completamente operativo en 2020.

El Diálogo de Talanoa

En la COP23, los países acordaron lanzar en 2018 un «diálogo facilitador» para evaluar el camino a seguir para alcanzar la neutralidad de carbono tal y como se estipula en el Acuerdo de París. Es el llamado Talanoa Dialogue.

El objetivo es facilitar un proceso inclusivo, participativo, transparente y orientado a la búsqueda de soluciones para responder a 3 preguntas:

  1. ¿Dónde estamos?
  2. ¿A dónde queremos ir?
  3. ¿Cómo podemos hacerlo?

Hasta ahora, en su fase preparatoria, ha ayudado a difundir eventos y debates locales, nacionales y regionales. Se ha alentado a las Partes, las organizaciones intergubernamentales, los órganos de la CMNUCC y otros grupos de interés, así como a otras instituciones especializadas, a que hagan aportaciones a la plataforma en línea de Talanoa. Las contribuciones presentadas con fecha anterior al 29 de octubre se utilizarán para apoyar a las negociaciones de la próxima semana, momento en el que el diálogo entrará en su fase política. Es a partir de aquí donde esperamos obtener más claridad sobre estas tres cuestiones importantes.

Nos enfrentamos ante una tarea extraordinaria pero posible. Todas las esperanzas están puestas en la próxima semana para que nuestros esfuerzos colectivos se materialicen en este rulebook sobre la acción climática global para mantener nuestro planeta a salvo.

 

COP24: Escribiendo el Rulebook de Acción Climática

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