Biodiversidad: principales desafíos para el sector público y privado

La percepción de que debemos proteger la biodiversidad de forma urgente está cobrando fuerza en todo el mundo. La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), el equivalente del IPCC para la biodiversidad, ha publicado recientemente dos informes sobre el uso sostenible de las especies ...

Lorena Herreros Aranda

5 oct 2022 10 minutos de tiempo de lectura

La percepción de que debemos proteger la biodiversidad de forma urgente está cobrando fuerza en todo el mundo. La Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), el equivalente del IPCC para la biodiversidad, ha publicado recientemente dos informes sobre el uso sostenible de las especies silvestres y los distintos valores de la naturaleza.

Por otro lado, en el evento «Countdown to COP15: Landmark Leaders’ Event for a Nature-Positive World», celebrado en septiembre de este año en Nueva York, los líderes mundiales reafirmaron su compromiso por revertir la pérdida de biodiversidad y asegurar un mundo «positivo para la naturaleza» para 2030.

No obstante, la biodiversidad es también un tema muy complejo y los niveles de conocimiento del público varían mucho. Por ello, y en vísperas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP 15), Jeanne Barreyre, consultora e investigadora de Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés) en EcoAct, hace un análisis de los desafíos de la biodiversidad y sus implicaciones para las empresas y las comunidades.

¿Qué entendemos exactamente por biodiversidad?

Aunque la biodiversidad abarca una amplia gama de conceptos, existe una definición comúnmente aceptada. El Convenio sobre la Biodiversidad Biológica (CDB) define la biodiversidad como: «la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas terrestres, marinos y acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, así como entre las especies y los ecosistemas».

 

Biodiversidad
  Imagen 1: Diagrama sobre la definición de biodiversidad (EcoAct)

 

El declive mundial de la biodiversidad y nuestra dependencia de sus servicios

El declive: el Informe de la Evaluación Mundial del IPBES en 2019 estimó que el 75% del medio terrestre y el 40% del medio marino muestran «signos significativos de degradación». Como resultado, el 25% de las especies pertenecientes a los grupos de animales y plantas evaluados se encuentran amenazados actualmente, es decir, alrededor de un millón de especies se encuentran en peligro de extinción. Por desgracia, estas cifras no hacen más que aumentar.

 

Biodiversidad
Imagen 2: Riesgo de extinción actual en diferentes grupos de especies (IPBES, 2019)

                      

El culpable: la actividad humana. Para entender el origen del declive, la IPBES ha identificado cinco grandes causantes de origen humano: el cambio en el uso de la tierra y el mar (por ejemplo, la deforestación, la degradación del fondo marino, etc.), la explotación directa de los organismos (por ejemplo, la sobrepesca), el cambio climático, la contaminación (por ejemplo, los neonicotinoides) y las especies invasoras. Clasificados por impacto decreciente, se puede observar que ni el cambio climático ni la contaminación son los principales factores del deterioro de la biodiversidad actualmente. A escala mundial, la destrucción de hábitats, así como la explotación de especies y ecosistemas, son los principales factores causantes del declive de la biodiversidad.

 

Biodiversidad
Imagen 3: Ejemplos de deterioro de la naturaleza en el mundo, haciendo hincapié en la merma de la diversidad biológica, que han sido y están siendo ocasionados por impulsores de cambio directos e indirectos. (IPBES, 2019)

 

Dependencia: La naturaleza pone a nuestra disposición una amplia gama de servicios ecosistémicos que hacen posible la vida humana al proporcionar alimentos y agua, regular las enfermedades y el clima, contribuir a la polinización y a la formación del suelo, así como proporcionar beneficios recreativos, culturales y de bienestar.

Como señala la IPBES en su último informe sobre el uso sostenible de la vida silvestre, la humanidad utiliza más de 50.000 especies silvestres como alimento, combustible y medicina; sin embargo, solo el 34% de ellas se utilizan de forma sostenible. Además, el informe también destaca que una de cada cinco personas depende de la fauna silvestre para alimentarse o para obtener ingresos directos.

Estas cifras demuestran la gran dependencia de las actividades humanas de los servicios de los ecosistemas que, lamentablemente, se están degradando a causa de la actividad humana.

Biodiversidad: principales desafíos para el sector público y privado
Imagen 4: Relación entre la contribución a las presiones sobre la naturaleza y la dependencia de las actividades económicas de los servicios de los ecosistemas (EcoAct).

 

En 2009, El Centro de Resiliencia de Estocolmo desarrolló el concepto de límites planetarios, que presenta un conjunto de nueve procesos clave que amenazan la estabilidad de la Tierra si se sobrepasan ciertos umbrales. Estos nueve procesos son: cambio climático, acidificación de los océanos, destrucción de la capa de ozono, contaminación química, los ciclos del fósforo y del nitrógeno, consumo de agua dulce, cambios del uso del suelo, integridad de la biosfera (es decir, pérdida de la biodiversidad) y aerosoles atmosféricos.

Según este modelo conceptual, las trayectorias actuales no son suficientes para alcanzar los objetivos de conservación y uso sostenible de la naturaleza. En la actualidad, se han superado seis de los nueve límites, incluido el de integridad de la biosfera. De esta forma, los objetivos para 2030 y años posteriores, que se negociarán en la COP 15 a finales de año, solo podrán alcanzarse mediante cambios económicos, sociales, políticos y tecnológicos de gran alcance. Por lo tanto, estas esperadas negociaciones serán probablemente complicadas dada la complejidad de la biodiversidad y el retraso de la conferencia.

Biodiversidad: la compatibilidad con el clima 

Existen fuertes relaciones de complementariedad entre el clima y la biodiversidad, ya que ambos conceptos están impactados por las actividades humanas y se influyen mutuamente. El cambio climático ocupa el tercer lugar entre las amenazas que afectan a la biodiversidad (imagen 3) y tiene efectos importantes en su erosión, sobre todo a través de consecuencias físicas como las sequías, la subida del nivel del agua, las inundaciones, las olas de calor, etc.

Sin embargo, la biodiversidad también tiene impacto en el clima, especialmente en el contexto de la lucha contra el cambio climático, por su capacidad de almacenar y capturar carbono. Ninguna se resolverá eficazmente si no se abordan conjuntamente, por lo que la IPBES y el IPCC han reclamado un enfoque conjunto de la biodiversidad y el cambio climático.

Por ello, la participación en la acción climática y conservación de la biodiversidad aporta un doble beneficio: en la mitigación, al promover los sumideros naturales de carbono; y en la adaptación, al utilizar las funciones de los organismos vivos para reforzar la resistencia de nuestros territorios al cambio climático.

Estas soluciones, también conocidas como Soluciones Basadas en la Naturaleza, no solo permiten limitar el calentamiento global contribuyendo al objetivo de cero emisiones netas, sino también aumentar la resiliencia de las ciudades, las regiones y los países promoviendo la conservación y la protección de la biodiversidad.

¿Cómo podemos hacer frente a estos desafíos? 

La complejidad de la conservación de la biodiversidad radica en que, a pesar de la ausencia de herramientas y metodologías estandarizadas, tanto los sectores privados como los públicos tienen un papel que desempeñar. Ambos han de reducir su impacto en la naturaleza y disminuir su dependencia de los servicios de los ecosistemas, especialmente de aquellos servicios que tienen más probabilidades de degradarse con el tiempo.

Más allá de esta mitigación urgente, es importante considerar los medios para adaptarse y anticiparse a los riesgos ligados a la erosión de la biodiversidad. Para ello, están surgiendo iniciativas y marcos que orientan a las organizaciones, tanto privadas como públicas, a considerar la dimensión de la biodiversidad en sus actividades. La mayoría de estas iniciativas se basan en marcos de referencia climáticos: el Science Based Targets Network (SBTN) ha desarrollado una guía paso a paso para establecer objetivos basados en la ciencia para la naturaleza, basándose en el trabajo de la iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi) sobre el cambio climático. Por otro lado, inspirándose en la TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures), la TNFD (Taskforce on Nature-related Financial Disclosures) es una iniciativa mundial, cuya misión consiste en desarrollar y proporcionar un marco para gestionar e informar sobre los riesgos relacionados con la naturaleza con el fin de influir en su evolución.

Todavía queda mucho por hacer y cada vez contamos con una ventana temporal más reducida para evitar los impactos catastróficos tanto de la pérdida de biodiversidad como del cambio climático. Sin embargo, cada vez se ven más avances que ayudan a todos los actores a continuar con sus esfuerzos de mitigación reduciendo así su impacto sobre la biodiversidad.

Nos encontramos a la espera de los resultados de la COP 15, por lo que esperamos ver más avances pronto.

 

Fuentes:

  • Finance4Tomorrow (2022): Finance & Biodiversity: The French Ecosystem
  • IPBES (2019): Summary for policymakers of the global assessment report on biodiversity and ecosystem services of the Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services. S. Díaz, J. Settele, E. S. Brondízio E.S., H. T. Ngo, M. Guèze, J. Agard, A. Arneth, P. Balvanera, K. A. Brauman, S. H. M. Butchart, K. M. A. Chan, L. A. Garibaldi, K. Ichii, J. Liu, S. M. Subramanian, G. F. Midgley, P. Miloslavich, Z. Molnár, D. Obura, A. Pfaff, S. Polasky, A. Purvis, J. Razzaque, B. Reyers, R. Roy Chowdhury, Y. J. Shin, I. J. Visseren-Hamakers, K. J. Willis, and C. N. Zayas (eds.). IPBES secretariat, Bonn, Germany. 56 pages.
  • IPBES (2022): Summary for policymakers of the thematic assessment of the sustainable use of wild species of the Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services, ADVANCE UNEDITED VERSION
  • IPBES (2022): Summary for policymakers of the methodological assessment regarding the diverse conceptualization of multiple values of nature and its benefits, including biodiversity and ecosystem functions and services (assessment of the diverse values and valuation of nature)
  • Rockström, J., W. Steffen, K. Noone, Å. Persson, F. S. Chapin, III, E. Lambin, T. M. Lenton, M. Scheffer, C. Folke, H. Schellnhuber, B. Nykvist, C. A. De Wit, T. Hughes, S. van der Leeuw, H. Rodhe, S. Sörlin, P. K. Snyder, R. Costanza, U. Svedin, M. Falkenmark, L. Karlberg, R. W. Corell, V. J. Fabry, J. Hansen, B. Walker, D. Liverman, K. Richardson, P. Crutzen, and J. Foley. 2009. Planetary boundaries:exploring the safe operating space for humanity. Ecology and Society 14(2): 32 [online] URL: http://www.ecologyandsociety.org/vol14/iss2/art32/
  • Science Based Targets Network (SBTN) (2020) Target-setting Tools and Guidance.